El programa de atención domiciliaria pretende favorecer el desarrollo de la autonomía personal. Está dirigido a personas con problemas de salud mental que presentan de forma consistente dificultades en áreas básicas de la vida diaria, en la continuidad de la atención sociosanitaria y en la participación de actividades en la comunidad, o con grave riesgo de padecerlas a corto o medio plazo.

Se presta atención personal y apoyo psicosocial, a través de las siguientes actuaciones de rehabilitación psicosocial:

  • Psicoeducación, que facilite a la persona con problemas de salud mental  formarse sobre las características de su enfermedad y su curso y en el manejo de los síntomas, mejorar la conciencia de enfermedad y seguimiento del tratamiento, así como establecerse metas y prioridades para la mejoría, recuperación y calidad de vida.
  • Habilidades sociales, que permitan a la persona con problemas de salud mental  potenciar la red social de apoyo.
  • Afrontamiento del estrés, que favorezca el abordaje de las situaciones de estrés de manera efectiva.
  • Habilidades de la vida diaria, que faciliten orientación, acompañamiento y apoyo si es necesario para el desarrollo de actividades de la vida diaria.
  • Rehabilitación cognitiva, que fomente el desarrollo de sus capacidades cognitivas.
  • Intervención familiar, que promueva la incorporación de la familia a programas específicos de formación, y que potencie la aceptación de la enfermedad, la necesidad de los tratamientos y  unas pautas de comunicación y relación adecuadas. Así mismo, se pretende fomentar la accesibilidad de la familia a los recursos comunitarios, su red de apoyo social y las habilidades necesarias para abordar de manera eficaz las situaciones conflictivas. De igual forma, se pretende proporcionar apoyo emocional y detectar nuevas necesidades o carencias en el ámbito familiar.
  • Intervención comunitaria, que identifique recursos y apoye el acceso de la persona con problemas de salud mental  a los recursos económicos, sanitarios, sociales, laborales y educativos disponibles en la comunidad para su recuperación y autonomía, especialmente aquellos relacionados con la Ley de Promoción de la Autonomía y Atención a las Personas en Situación de Dependencia.
  • Intervención institucional, que permita dar a conocer el programa (recursos sociosanitarios, asociaciones vecinales…), para identificar nuevos beneficiarios/as potenciales, coordinarse con otros centros y recursos de la comunidad optimizando la eficacia de los servicios.